La montaña es en sí y por sí misma una poderosa fuente de energía, ya que reúne y almacena el agua de la atmósfera purificada por el Sol y luego la vuelca en los manantiales, fecunda la tierra con las cenizas de los volcanes, frena el frío y el viento dando lugar a los microclimas, otorga infinidad de minerales, asegura el descanso de los suelos en verano alimentando con pasturas de altura a los animales, y le otorga estabilidad y firmeza a los suelos.Pero también, la montaña es un emblema y un estandarte de la energía interior; inspira al humano a elevar su mente y su espíritu, y fue por este medio que se convirtió en la criatura que es hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario