Existe una relación directa entre el culto o adoración a la montaña y la construcción de centros ceremoniales. De allí el carácter sagrado de los adoratorios, asociados también al “culto al agua”.
La “Montaña Escalera” como origen de las aguas y encuentro con las deidades.
Los cerros en las sociedades andinas, especialmente los situados en las nacientes de los ríos, son considerados sagrados. A estas construcciones se las llamaban, en tiempos anteriores a los inkas y hasta hoy, usnu (ushnu) o sea cueva, útero, donde hay restos de los antepasados y cámaras subterráneas, y era concebida como una conexión con ellos.
Se unifican los tres niveles del mundo:
HANAN arriba – masculino – andesita Sol - aire
Kai aquí - tierra
HURIN Abajo – femenino- arenisca- Luna - agua
El axis mundi representa el ciclo del agua.
La montaña sagrada es el punto cultural en que la intersección era a su vez el punto de unión del plano terrenal con los planos celestial y subterráneo.
El Hanan Pacha o mundo de arriba donde moran los dioses celestes, el Kay Pacha o mundo de la superficie donde habitan los hombres y el Ucu Pacha o Urin Pacha mundo del subsuelo en que vivían los dioses relacionados con la fertilidad y los antepasados muertos; aquí existía o residía el germen de la vida.
Los antepasados eran considerados fundadores, especialmente los soberanos considerados sagrados, y a través de ellos se establecían las conexiones entre los planos. El gobernante oficializaba como sumo pontífice y manejaba lo sobrenatural.
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