Montaña proveedora de la Nación Diaguita. Valles Calchaquíes. Salta. Argentina
Montañas y lagunas ocupan un lugar de privilegio en las prácticas reverenciales de los pueblos andinos. Las altas cumbres son concebidas por sí mismas; no se las considera moradas de deidades y espíritus; la gente andina entiende la relevancia de estas fuerzas naturales para su supervivencia, y sí, las reverencia y se adapta a sus condiciones.
Las lagunas de altura cumplen una importante función en el mantenimiento de la vida en los Andes, que es la de reservar la preciosa agua dulce dispensada por las montañas. El agua, concebida como la sangre de la vida agrícola andina, es vista fluir descendiendo de las lagunas y glaciares para fertilizar los campos. Las ceremonias de armonización espiritual con las montañas propician la fertilidad; este procedimiento mediante el cual el humano se prosterna ante la montaña dadora de vida tiene antigüedad milenaria en la Cordillera de los Andes.
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